martes, 20 de noviembre de 2012

hiena de risa zurda


Hiena de risa zurda
húndeme en el cieno y ábreme la boca.
Y cada día es una esquela anunciada
de otra cicatriz filistea.
Una bocanada de errores y puñales
decoran un fin del mundo sin victoria.
No hay quietud en el infierno.
No hay abogados que acompañen la condena.
Solo gotas secas de cerveza
y una cuenta por pagar.
Los filamentos  que ahogan mis arterias
me conservan en eter,
y no me dejan llorar.
Y la desolación  del descalabro emocional,
que subasto por vino,
conduce las palabras al nicho de los errores.
Manual de enigmas descifrados
que escupieron a esta sabandija fuera del charco.
Soy legionela criando con ternura
las larvas que me comerán vivo.