lunes, 13 de abril de 2009

desde que no veo




Desde que no veo.
Desde que no oigo y solo musito, corro y no me canso.
Parodio día a día un papel sin terminar.
Y objeto sin escuchar.
Las paredes se me estrechan y las trincheras se me enfangan.
Desde que leo del revés y me ausento del derecho,
me prohíbo para cometerme.
Desde que no te llamo te oigo y no sé que fue mejor.
No se puede defender lo que nunca se ganó.
Y gano en ausencias y escalofríos,
en desmemoria y desidias,
que se me agolpan en los humedales de mis sequedales.
Tengo lo que temo, y me ausento empero.
No queda metralla para un loco sin balada.
Pagando a escote la tristeza y el error,
no hubo quien nos matara de melancolía.
Y que bien que hoy es invierno
Para morir un poco.




LO DEJÉ MIENTRAS PUDE



Lo dejé mientras pude.
Pero ayer podía poco y en pocas ocasiones.
Lo dejé asintiendo en la sombra del álamo,
y viajé adonde volabas sola cuando no querías ser encontrada.


Me perdí a tus maneras.
Desde la sombra del álamo, acorralado y perdido.
Justo cuando todo marchaba se puso a llover.
Flores, magia y cartas de amor.
Y te busqué para no encontrarte,
para que me descubriera la madrugada sin ti.


Y se me desgastaron las caricias y las marcas de tu cuerpo.
Comandante en tus ínsulas secretas, kamikace sediento,
te dejé ir en el mejor momento.


Ahora que no me ves te digo que todo va bien.
Me quedaré sentado en la estafeta
viendo pasar las ganas de volver a la lucha.


Descanso del asedio del joker.


Desciendo ahora que sé que caigo con la cara partida.
Extraños hogares frecuentan mis enemigos
y lejanos quedan los familiares.
En el templo del caído existe un altar al puente hacia la vida,
Y cabalgan los penitentes en busca de la niebla perdida,
e inhalan humo fatuo, todos esperan franquear lo pendiente.
La duda, la culpa, lo hecho, lo por hacer, lo ideado, lo deseado.
La rueda gira en torno a los pasos 

de mermelada que dejaste en mi cama
mientras me chutaba tu perfume en tus socavones.


Y los libertos que me arrastran a la jungla, 

no me dejaron despedirme.
Mientras veía como te alejabas.
Y te escribo en las palmas de mis manos decálogos de besos.
Y desiertos de espesuras en tu fondo me supuran de las venas.


Todos han perdido en su estabilidad etérea.
Pero sobretodo he perdido yo.
Perdí ayer, y lo hago hoy, ahora.
Perdí las ganas de encontrarme,
y preferí cortar sin barajar y apostar como tú me desnudabas.
sin vértigo en cada descenso, 

con el desafío brutal en cada ascenso.

Jugué con el mismo ímpetu con el que te miraba quitarte la ropa.
Y si tú me hubieras enseñado a saltar a tiempo,
si tan solo me hubieras hecho una mueca táctil,
como aquellas que me paralizaban,
no hubiera habido necesidad de todo aquello que te hizo tan feliz,
y a mí tan desdichado.


Se me acabó el crédito y los dedos los tenía tan y tan negros.
Hay derroteros sin retrocesos, y exequias más que apropiadas
por anticipadas que parezcan.
Y si tú hubieras dicho lo suficiente 

te hubiera dejado ir mucho antes,
y así todo mejor para todos.
Menos para mi.

viernes, 10 de abril de 2009


Tengo jim bean.
Tengo bujías para el dolor,
tengo a benedetti para leer,
tengo mate para un rato,
tengo la estancia y nada, o poco más,
tengo la pasable avidez
te amparos, lechos, soledades y perdones,
tengo suspenso el derecho a la tibieza.
...Durante unos giros,
voy a merecer cada centímetro
de mi mal augurio.

caminantedearena



Caminante de arena osé vagar
Sin miedo a los espejismos incorrectos.
Suficiente y pálido, desatendido y escueto.
Insomne fugitivo, el inseguro ausente,
Trafiqué con el miedo a ser dócil,
A ser infierno sin temple, a vencer,
Yo que solo sé perder.

El estado de ánimo,
La ánima sin estado, y el fuego abierto por dentro.
Vos que me conocés,
Invierta el proceso ahora que podés.
La prestidigitación me embaucó y me coloreó quedo.
Ahora solo tengo coyotes y larvas que criar.
Y busco el paraíso como quien peregrina sin destino.

Solo es una ácima costumbre que me deconstruye.
En estos desvanes en los que me albergan.
Pago con modorra y tozudez.
Antes lo hacía con las puntas de las yemas.
Pero solo me quedan uñas afiladas que deterioran el paisaje que soy.
El amante cargante pendiente tanto de ti que no fue él.

Flaco y degradado apostó por el sur a pesar de verlo arder.
Vio y entrevió. Caldeante de brumas ajenas de estraperlo.
Cantante agónico, llegó menos mortal de lo que se fue.
Y el duelo lo abdujo sin pláticas.

Prisionero que no reo, paseó su costado herido
Por el país de los náufragos huérfanos y sin plata.
Ahora que no quedan artes ni libertades
No hay razón para que no se deje alcanzar
Este pobre precursor de la tristeza
En la tierra de la nada


lunes, 6 de abril de 2009

TODO SABE A TODO





Todo sabe a todo
Y la inercia es pan
Solo pan


Luz pide paz
Y la paz pide silencio y expiras,
Tu solo expiras, sin más,


Todo es nada
Y nosotros danzados,
Nos jugamos el resto.


Brindo por él.
Que supo ser el menos lerdo
De los reos.

CUANDO ME VAYA Y NO ESTÉ














Cuando me vaya y no esté,
o cuando notéis mi ausencia,
y, si acaso coincide
con el día que os apetezca buscarme,
si acaso ocurre,

hacedlo junto a aquella loma cercana al río,
rodeada de olivos y de tierra abandonada,
donde guardaba a escondidas infinitos e instantes
por los que ya nadie jamás preguntaría.

Cuando extrañéis mi presencia,
quizá por el silencio y la falta de bruma,
por los días felices que volverán a abundar,
y las risas de madrugada, de las que si que hubo muchas,
en otros tiempos,
imaginadme con las botas llenas de barro
y bien gastadas,
caminado por el campo, mirando al cielo, y respirando hondo.

Fui raíz de encina y semilla de trigo
mirando a los ojos, buscando paz y descanso.
Creí que creía en lo puro y en lo llano,
en el pan de centeno, el café de cebada y el retiro del vino.
Mas, solo hallé piedras hoscas en el camino,
piedras de cauce de río seco,
letanías del duro invierno y un verano eterno.

Creí que creía Que hoy es siempre todavía.
Pero contemplé sin rubor,
lo fácil de mi partida
hacia los espacios abiertos y yermos,
espirituales y cautos,
donde nadie pregunta a nadie por nadie,
y la memoria es mi memoria
y es solo mía.

Pronto, cuando no esté en este lugar
Donde nací, donde no aprendí a vivir,
Os vais a acordar de mí.
Perdón si alguna vez no me di cuenta
Pero fui ciego, sordomudo y sin aliento
Tantas veces que me perdí demasiado
y partí volando hacia donde no se vuelve sin volar
y, la verdad, nunca supe aprender.

Sabiendo sin querer creer
que las noches también aquí son frías,
que los prados por los que vago
ridiculizan mi osadía
y desprecian mis palabras, mis talentos,
y mis tontas tonterías.

A la sombra del último álamo
encontraréis mis enseres
esperando a que un día aparezcáis
y preguntéis por ellos aduciendo
que notasteis que faltaba
al daros cuenta que sobraban
todo el vino que bebía,
los otoños que guardaba,
los días de vino y rosas que os adeudaba,
las miles de promesas incumplidas
y toda mi melancolía.

Los valientes seguiréis
y nunca más os haré falta.

Gracias por todo, camaradas.

(Para ellos y ella, que no me dejan partir)

domingo, 5 de abril de 2009





Un recuerdo para un buen compañero.
"La cajita de música", un pequeño brimdis en su honor.
Bravo, Jorge.
No estás solo.
Somos pocos pero sabemos cuantos somos y por cuanto tiempo.
Salud, pues.








Como el primer cigarro,
los primeros abrazos. Tú tenías
una pequeña estrella de papel
brillante sobre el pómulo.
Y ocupabas la escena marginal.
Frente a aquella ventana,te amó
con arrogante protesta.
y yo tenía una pequeña estrella de papel
brillando sobre el labio superior.

"Si hay humanos abandonados como yo
a lo largo de sta natural ribera
que nadie ose gritar.
Mi abrigo es del color
del cielo en ruinas
mis dedos
de azul y fina arena"
L. Cohen
"Cuando la pasión muere,
la amistad ronda como moscas nuestra carne,
y llamamos maravilloso al perfume
que cadáveres y siemprevivas ofrecen"
L. Cohen
"No creas nada de mí,
excepto que sentí tu belleza
más cerca que la mía"
L. Cohen
Cerraré tus ojos u los míos
Mirando al atardecer sempiterno, con valentía;
a la muerte, con los dientes apretados,
mientras muerdo mis puños.
Cerraré mi alma a mi mismo, a mi locura;
la locura eterna de tantos hombres
que echaron a perder sus vidas
mirando al cielo que no existía,
a un mar de sueños no alcanzables...
¡sueños, sueños!
Cerrareé mis ojos a la verdad,
demasiado dura para mí,
pues aun prefiero oir aquellas olas del mar
que vi reflejadas en tus pupilas
el día que te dije que no te quería.
Cerraré mi vida sin pedir perdón
sin despedir de mi mente
aquellos rostros de los que me dejaron.
Sin perder ni un recuerdo malo,
llamando a la veganza por su nombre,
respirando verguenza y sudor gélido.

sábado, 4 de abril de 2009






Antes de partir, déjame dos olas de más
Para que suba mi marea y no olvide nadar.
Déjame lluvia para este otoño
Y olor a café tuyo,
Hazme el amor para el camino de ida,
Déjame pintar el espejismo que serás,
Lluéveme tanto que me borre de tu arena.
Un instante de ayer y alcohol de hoy,
Blanco y negro en tus fotos,
y sepia en mis gafas de rock.
Empiezo a verte ir con el vendaval.
Las horas y la tarde se apuran comolloati.
Como el papel de fumar con hierbecita en tu pie.
Como una esquela en El Mundo
Por los caídos en el escorial.
Te tengo y ya no estás.
Te tengo en la fe y en la intuición,
Tu perfume en mis venas y mis cristales en tu garganta,
Amor y sal, en la duna del poniente,
En la sombra equidistante del panal de errores que construí
Dejándote ir mientras te tuve.
Fuiste cobre y flor de rabia
Y te dejé marchar
Ocupado en fumarme mis banderas.