jueves, 14 de mayo de 2009

silencio y desencanto

Silencio y desencanto.
Campos de luz que hablan a oscuras.
Libertinaje emocional y agua cristalina en vena.
Camino de ida, irreparable y escueto.
Voltaje superfluo para una esquela anunciada.
Voz y tragos de escozor.
Lengua de cactus y herida de collage.
Háblame del color y no del dolor.
Dime donde esconder un temblor.
Cada vez que late mi loto duela,
Y el infinito raya en mis rallas.

Y tu hermosura y yo
Dónde iremos.
Ahora que voy sin ir
Y camino de lado,
Y hablo en idiomas mudos
Y la gente me sonríe,
Te acaricio amortajado.
Y el camino que sigue sin mí
Ya no tiene curvas ni piedras.
Y tú generando una luz
Que no consumo.
Y yo regando nichos yermos.
Y los dedos de tus pies figuran playas sin fin
Y los cardos de mis manos son mis flores para ti.
Ahora que pierdo el compás,
No me encuentro en mi deriva.
Y tú, tras la línea, entre ellos,
Te veo alejarte, aun aquí.
Y tu hermosura y yo,
Dónde iremos.
a mi 'merceditas la del guardaropa'

eldesencanto



A trazos voy configurando los planos topográficos
De mi alcatraz idílico,
La pista de despegue que me estoy preparando
Con los trozos de arco-iris que estraperlé
En mis últimas huidas hacia delante.

No deterioro lo irrecuperable
Lo conservo haciendo el esfuerzo del coleccionista de huesos
Que languidece a su par.
No recuerdo el día de ayer
Por lo que no me esperanza el de mañana.
Solo me refugio, al morir el verano, en el otoño,
El otoño que uno en mi recuerdo a la soledad,
Al encontrarme por fin solo.
El otoño es la garita a la que me exilio parasiempre.
Cartografío mis pecados y limo con mi lengua
Las espinas de pez que me crecen bajo las uñas.

La razón de mi ausencia
Estriba en mis presencias.
Delicadoso y filántropo maniqueo
Olfateo el orín de la derrota,
Me obligo a la caída perentoria.

Cuando tuve fuerzas y soldados
Conquisté el principado Tristeza
Y resucité en el trono del Reino-pez,
Haciéndome señor soberano del mundo ultraequiccional
Ya que conseguí la plata necesaria para hacerme del des-talento
Y del pasaje sereno al país sin persianas ni papeleras,
Al país donde yace Jim.

Soy la cresa espurea de un país
Que nunca imaginó Tomás Moro.
Aquí quepo yo,
Aquí mando yo
Y ordeno que solo habiten el país del desencanto
Los hábiles asesinos de las avispas
En el lavadero de los cerebros castos.

Aquí la muerte se huele,
Yo la huelo, la conozco,
Tiene aroma lapislázuli y color a menta del Atlas al atardecer.
La muerte en el reino de la tierra
Es la promisión divina para los condenados
Al planeta azul del demonio
Al que se le acaba el tiempo de descuento.
Conozco como huele, como sabe,
Como acaricia a sus invitados,
Por eso flirteo con ella,
Por eso coqueteo como el frugal amante
Que adivina sus partes intimas
Entre cava, coca, flores y sombras.

Aquí vivo yo, aquí vivo y aquí muero,
Esculpiendo en piedra la escoria epitafial
con la que decorar la botella de Jim Bean en la que seré arrojado al mar
si mi hermano y Marcos no me joden
aun después de muerto.

Así son los personajes del país donde me dejo deslizar.
Así soy yo y así asumo el legado de mi trabajo
Tras muchos años de duro esfuerzo.
El fracaso para mí es
La mas resplandeciente victoria,
El istmo al que acudiré heroico
Disfrazado de mi mismo
Y pareciendo el arlequín de la postal
De la luna cuarto menguante.
La luna de los locos,
Esos que no los somos por el grado de nuestra locura,
Sino por hacer lo imposible por que lo estén los demás,
Esos que solo depuramos placer y dicha
De la materia del dolor,
Esos que nunca hablamos al sol sino a la luna.

Soy el que se destruye para saber que soy yo
Y no todos los demás.
El que se arrepiente del tino
Y busca la falla para necesitar
el amparo de la pena,
el que busca, absolutario, el goce en la autodestrucción,
el que compró en la infancia el billete sin regreso
para la estación Malsobrevivir,
como una anunciada y fatal tragedia griega,
como colofón maldito,
como esputo de un planeta comunal con vida propia,
como una oscura imitación
de lo que podría haber sido la dicha.

El país de los monólogos cáusticos
Donde se regalan barbitúricos en las tiendas de chuches,
Donde las chuches se retuercen en el duodeno
Declarando el dolor como estado marcial de tus intestinos,
Haciendo del vómito la divisa condecorativa de los reos-héroes nacionales.

El país de los locos como yo.
El desviado de lo normal,
El celote atrincherado en el palacio herodiano
Profanando con mis frescos irreverentes
Los aposentos de los eruditos de la moral virgen.
El que encuentra el mérito no en la palabra de atril
Sino en el gesto, en la pose, en la desinencia,
La decadencia de la transgresión
Que arañe con rabia mis agujereadas venas.

El que no es hijo de nadie
Es un hijo de puta y,
Este es, pues, el país de todos los hijos de nadie.
Los que lo habitamos somos sinónimos de lo peor,
Un mal chiste de un humor sin hache,
Un parapeto que no parapeta,
Que decepciona a cada jornada de lucha.
Aquí se ama mucho, se bebe mucho,
Y, a día de hoy, y con los ojos vendados,
Esperamos la resurrección de la carne bajo esta losa

Para estar desencantado hace falta
Haber estado alguna vez encantado.
En este país vivo solo y nunca me podréis visitar.
El desencanto es una imposición
Y tú un simple espectador.

lunes, 11 de mayo de 2009


Ya que no viene, pinto.
Ya que padezco, caeré.
Ya que siento, duelo.
Ya que me entrecorto, me ausento.
Ya que perdí el paso, paso.
Ya que quizás, tal vez.
Ya que te tengo, te pierdo.
Ya que leo, olvido.
Ya que ansío, renuncio.
Ya que no compongo, no escucho.
Ya que hablo de más, pienso de menos.
Ya que no me entrego, me falsifico.
Ya que tic, pues tac.
Ya que me ordenan, me arrogo.
Ya que no crepito, dimito.
Ya que no viajo, no viajo.
Ya que bebo, bebo.
Ya que llueve, lloro.
Ya que es otoño lloro.
Y si ella se casó con Ray,
Y si después de Héroes se perdió,
Y si cuando la tuvo la perdió,
Y si ya nunca más obtuvo el norte,
Quien soy yo para obtenerlo.

Gracias Nacho,
Por devolverla a casa.
La echábamos en falta.

domingo, 10 de mayo de 2009

el artista equilibrista




Hay una distinción en la locura,
Una declaración del yo,
Que no se repliega ante lo ortodoxo.

No termina de amanecer
En las habitaciones oscuras,
Y, no lo hace, por que
Su oscuridad es eterna,
Debatiéndose perpetuamente
Entre la noche y la madrugada.
La noche y la madrugada.
La noche y la madrugada.

La distinción del ser,
Debería bastar
Para el regalo de la confidencia,
Esa que aparece en las noches de vigilia y llanto,
Esa que se desliza entre mis dedos,
Con ojos pardos y brillanteo quedo,
Que te deja solo cuando más necesitas estar solo
Y te acompaña cuando supo de ello

Las lunas y los cuervos
Que dibujo sin reparos
Y sin estilo
Danzan, hacendosas,
Sobre un cadáver que fue joven
Pero que hiede sin suciedad,
Y que muere sin haberlo hecho.

Los barros maquillados
De nuestras conciencias romas
Me amaneraron tanto
Que ya patino en el asfalto
Y serpenteo sobre el hielo

De haberlo sabido
Me hubiera ido sin decirte nada,
De haber encontrado el camino
De regreso a mis tardes ingenuas
De joven trasnochado
Con pinta de as de copas,
De pizpireto ebrio,
De conjugador de verbos inventados,
De redactor de revistas de pecados,
De árbitro insoluble
De las lides épicas
De los libros tantas veces leídos,
Podría mirarme en los estanques
De los bosques conquistados
A base de argüir mentiras sanas,
Podría cosechar caricias en tus dedos,
Naufragios sin dudas y algún siempre-jamás.

Pero estoy donde estoy,
La estación del lóbrego,
Y debo llevar a gala ser lo que soy,
Y estar donde estoy,
Por la forma en que a veces camino.
BRINDO POR ELLO!!!!!!

Aunque siempre quedaré
Para ser el equilibrista con vértigo,
Para ser el artista navegante
De todas las barcas varadas y viejas
Que me encuentre en todas las playas
Que no conozco

Pero me encuentro
Asi, como me ves,
Sin encontrarme
Y sin esconderme
Pues la cobardía sería el último fango
En el que revolcarme y, a ese,
Aun no he llegado.

De haberlo sabido
Hubiera sido mi actor odiado
En su peor película,

Ese no defrauda ni decepciona
Solo se limita a morir cuando se le dice.
Y con eso basta.

Gracias quique, enrique, joan manuel, Leopoldo maría, Tom Waits, perljam, vino de maguilla, sancho perez y gordons por dejarme en este estado, podreis estar orgullosos, lo habéis hecho muy bien.

mientras la marea sube



Buscando un hueco
en el que poder esconderme
pasaron los otoños preferidos.

Experimentando formulas,
adoleciendo de lo primordial,
asintiéndolo todo,
fomentando sueños.

Contando gotas,
arrojando ideas,
perdimos el impulso necesario,
el que brota de las glándulas del alma.

Las olas,
siempre tan próximas,
siempre tan insuficientes,
estudiaron la forma de ser eternas,
jamás fueron suficientes,
la suficiencia es cosa de hombres,
de hombres inteligentemente necios.
Siempre es necesaria otra más.

Eso soy yo.
Como la siguiente ola,
la que no te imaginas,
la que esperanza,
la eterna promesa.
Conceptual, si quieres,
pero escaso, siempre,
pero sobrio, a veces,
pero tenue e inconstante.

Lo de la vela que ya no prende
fue verdad.
Nadie me creía,
eso también lo sé,
solo que,
si la marea, cuando sube,
no me mojara los pies,
todo sería distinto para mí.
Ideal para otros.

Las nubes siempre son benévolas
con el maldito,
le conceden el marco perfecto,
y eso siempre será un regalo
independientemente de la calaña del condenado.

Se suceden, también,
como sucedido se presenta la mar.
Transportan trocitos de almas
que recomponen la tuya.

Al tiempo te hacen extraño,
como extraño es el pensamiento,
te hacen moribundear
por los cabos de lo prohibido, también.
Entonces, la reflexión.

Lo reflexionado
son como vómitos a lo largo del camino
que todo el mundo observa
con la indiferencia desdeñosa
de quien no ve nada,
haciendo de su ejercicio
algo absurdo y obsoleto.

De quien trasnocha
solo se espera lo estúpido.
Así me siento.
Así me sentía
cuando importaba.

De todas formas,
el tiempo es una cuestión de juego,
algo con lo que uno decide,
o coincide, nunca lo supe bien.
Uno apuesta, otro no.
Uno pierde, otro no.

No interesa, en este momento,
la estadística de mi vida.
El licor, si frío, mejor.

La marea delata al perdedor
cuando, cobarde,
no acepta su envite,
no consiente que sean las algas
quienes escriban su esquela.

Los remedios, si breves, mejor.
Pero ya no me quedan.
Salvo uno, el de Storni, que aun me espera allá adentro.

Sé que hará daño, pero...
Ya no puedo más.



sábado, 2 de mayo de 2009

jazzbar nº5


Soy el tiempo que nos queda,
Sea el que sea.
Soy el polvo y el barro,
Lo que quiso se barro moldeable
Solo fue lodo.
Tengo el enfado tenaz
Y el perdón pendiente.
Tengo la pereza sin parecidos
Que okupa las paredes de mi fosa.
No tengo ni prisas ni futuro.
Tengo larvas y carcoma
Y por eso solo espero el momento
Del derrumbamiento.
Y acumulo tickets
Que accionen mis últimas voluntades.
Como el infractor alicatado en su delirio,
Adormilado en el tedio de la mentira
Y la respiración.
Sometido a la tensión de la nulidad y la ausencia,
Tenido y detenido
En el sostén de mis dilatadas pupilas-suicidas,
Y sometido al barro y al ruido.
Al lenguaje que ya no sé usar
Y al que me precipitan,
Iracundo ebrio de letanías aprendidas.
Como el que quiso ser algo más de lo que aparenta
O supone ser/tener.
Y se me agotan hasta las noches
Que me resetean la memoria
Para que beba y desmemorie,
Que olvide mis días de insumiso gregario
De las cosas que regalaban el aire que respiraba.
Ahora que todo y todos me faltan,
Hacerlo me cuesta una pasta.
Desobediente sumiso,
Respiro cardos que se me clavan
en la traquea contaminada
de fracasos y esputos no exhalados.
Un disparate palmípedo, místico y falso,
El estratega de la agonía
Obligado a reir en la risa
Y a fingir en la premisa.
Pose y estética trasnochada
Que solo valió para la esquela,
Triste esquela.
Etilicismo ilustrado
al final de un invierno
que solo parió sombras.
Pero no pierdo la sonrisa.
Es mi último recuerdo de una mascarada veneciana.
Soy cada vez más capaz
De creer en menos cosas,
Y los buenos momentos, que sí que tuve, ayudan.
Fui partidario de la vida
Y perdí la ilusión.
Ya no celebro la vita a mi pesar...

...alguién ríe en la mesa de al lado...
Me han descubierto.

Adios.

soy tu hombre

http://www.youtube.com/watch?v=1hdT4BW9zy8
Si queres un amante
hare cualquier cosa que me pidas
Y si queres otro tipo de amor
Me pondre una máscara para vos
Si queres a un compañero
Toma mi mano
O si queres golpearme abajo con enojo
Aquí yo estoy de pie
soy tu hombre
Si queres a un boxeador
Yo entrare al ring por vos
Y si queres a un doctor
examinare cada pulgada de ti
Si quieres a un chófer
Subi dentro
O si quieres llevarme de paseo
vos sabes que vos podes
soy tu hombre
Ah, las lunas demasiado luminosas
Las cadenas demasiado firmes
La bestia no quiere irse a dormir
Estube tratando de cumplir estas promesas para vos
Que hice y no pude mantener
Ah pero un hombre nunca tuvo a una mujer
No rogando en sus rodillas
O yo me arrastraria a ti
y caeria a tus pies
y le estube aúllando a tu belleza
Como un perro en verano
y arañe a tu corazón y lagrimie en tu hoja
y dije por favor ,
por favor soy tu hombre
Y si consiguies dormir
Un momento en el camino
Yo ire hacia vos
Y si vos queres trabajar en la calle sola
yo desaparesere por vos
Si queres a un padre para tu niño
O sólo queres caminar conmigo un rato
Por la arena soy tu hombre
Si queres un amante
hare cualquier cosa que me pidas
Y si queres otro tipo de amor
Me pondre una máscara para vos


Leonard Cohen

viernes, 1 de mayo de 2009

Como cicatrices pequeñas
te me quedas dentro.
Como un viejo disco que no escucho

pero que tengo.
Con la naturalidad del intento,
del fracaso y su escombro.
Y tu con tu voz y tu pelo de humo.
Construí mi propio infierno en su ausencia
y me perdí entre tragos y corridos mejicanos,
y algún tiroteo de desintoxicación.
Y si las heridas duelen y matan,
debo haberme equivocado de fibras.
Llevo el traje equivocado para la ocasión acertada.
Recapitulo y silencio las pupas que aun me quedan.
me pronunciaré para profanarme con sinceridad.
En mis fracasos siempre hay un brindis por ti,
mujer de trigo y labios de pudin.
Una condecoración por cada una de mis despedidas.
Una canción inacabada.
Ya nadie da ni un duro por nadie.
Al menos por mí. Al fin.